LA REHABILITACIÓN DEL MOLINO DE LAS UCES (empresa familiar y privada, discontinua y hecha por fases desde 2000 a 2007), ha pretendido rescatarlo de la ruina total, crear un ecomuseo, usarlo como descanso periódico, y concienciar a la población del valor de sus piedras y paisajes.
Los propietarios recibieron todo tipo de facilidades administrativas para la realización del proyecto desde la Junta de Castilla y León, y especialmente por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero, quien requirió en 2003 construir una nueva pasarela peatonal más segura, como lógica condición sine qua non para la entrada del público.
Durante la rehabilitación se intentó siempre que lo funcional coexistiera con un habitat conservacionista y respetuoso. No se pudo restaurar como molino, debido sobre todo a factores geoclimáticos y económicos, y hubo que realizar algunas reformas estructurales con el fin de aumentar la seguridad y la luminosidad, disminuir la humedad, y con ello crear un interior mínimamente saludable.
Emilio del Bosque, ingeniero de puentes y caminos, diseñó parte del proyecto y asistió técnicamente la obra de la nueva pasarela, y la Compañía Hijos de Ludolfo S.L. (formada por nuestros amigos los Hnos. Fuentes), hizo el trabajo de mampostería. La forja metálica fue realizada fundamentalmente por la Compañía Hijos de Abel S.L.
Pensamos que la reconstrucción y el mantenimiento del molino y su entorno implicaron simultáneamente, al menos de forma parcial, una mejora del medio natural adyacente a la edificación. Se ha apreciado tras la misma, tanto una avifauna como una población de ranas substancialmente más numerosa, así como la reaparición en este segmento del río de especies muy escasas o casi extinguidas con anterioridad, como por ej. las libélulas y la sarda, siendo ésta última (Achondrostoma Salmantinum), exclusiva de éste y otros ríos próximos.